Qué es la oruga procesionaria de pino
La oruga del pino o procesionaria (nombre que recibe por su característica forma de desplazarse por el suelo formando cadenas de individuos en “procesión”) es la forma larvaria de una polilla (Thaumetopoea pityocampa) muy extendida por los pinares de la mitad sur de Europa y la Península Ibérica.
Estas polillas, que son la forma adulta, se aparean en verano y depositan sus huevos en las copas de pinos y otras especies de coníferas, en nidos (bolsón de seda) que pueden llegar a tener hasta 200 orugas cada uno.
Estas orugas como parte de su desarrollo bajan de las copas de los árboles a inicios de la primavera (meses de febrero y abril) para luego enterrarse en el suelo y formar una crisálida, completando su metamorfosis. Es muy común verlas en los grandes parques y pinares de Jerez de la Frontera.
Su característico desplazamiento con individuos formando filas o en “procesión”, atrae en muchas ocasiones la curiosidad de nuestras mascotas, ya sean perros o gatos, pero sobre todo los perros que accidentalmente pueden olerlas e incluso ingerirlas.
Estas orugas que llegan a medir hasta 3 cm y tienen todo su cuerpo cubierto por muchos pelos o filamentos urticantes que producen graves reacciones urticantes e inflamatorios por el contacto directo con o al ser arrastradas por el viento.
¡¡Mi perro ha ingerido una procesionaria del pino!! Síntomas en perros y primeros auxilios
El contacto de nuestras mascotas directamente con las orugas, con sus pelos o incluso con sus nidos tirados por el viento, producirá en nuestros animales una serie de signos clínicos que podemos reconocer como por ejemplo:
- Nerviosismo, babeo e intentos continuos para vomitar, se tocan la boca con las patas, inflamación de la lengua desde leve a muy grave, incapacidad de cerrar la boca
- Irritación de la cara, de patas y zonas de piel que se han puesto en contacto.
- Irritación de los ojos
- Dificultad para respirar y shock (desmayos)
El daño más reconocible que se produce es la inflamación de la lengua que puede evolucionar a ulceración de su superficie e incluso hasta la necrosis y su perdida parcial o total.
El ptialismo o babeo excesivo, es un signo muy frecuente que indica que nuestra mascota ha podido lamer o incluso ingerir una oruga. También los estornudos repetidos o rinitis por el olfateo de los pelos urticantes, inflamación y ulceras en la trufa.
Irritación ocular, con frotado de la cara que lleva a blefaritis e incluso ulceras por contacto de los pelos urticantes con la córnea.
En cualquier caso siempre se producirá una reacción inflamatoria de gravedad y consideración variable que dependerá de la cantidad de toxina, la zona del cuerpo en contacto mucosas (oral, nasal, ocular, etc.) o piel, la sensibilidad del animal y el tiempo transcurrido.
Algunos casos extremos donde el edema laríngeo impide el paso del aire a los pulmones requieren la intubación de pacientes e incluso una traqueotomía de urgencia para que el paciente pueda respirar.
De la rapidez en nuestra actuación dependerá la evolución del cuadro y la gravedad y alcance de las lesiones.
Contactar con nuestro veterinario de confianza es crucial para determinar la necesidad de una actuación inmediata y para la provisión de los primeros auxilios hasta que lleguemos a la clínica.
En Clínica Veterinaria Asta Regia podremos aconsejarle sobre qué hacer antes esta situación a la mayor brevedad. Si tienes dudas llámanos inmediatamente y te aconsejaremos por teléfono sin ningún compromiso.
¿Qué debes hacer?
- Reducir al máximo el contacto con la toxina, apartar a nuestra mascota de la zona del accidente.
- Lavado copioso con agua templada de las zonas afectadas (la toxina se inactiva con el calor)
- No frotar al realizar el lavado, lo que rompería los pelillos y se incrustarían más en los tejidos
- Protegernos al realizar estas operaciones con guantes, sin tocarnos la cara y acudir rápidamente a una clínica veterinaria.
¿Cómo prevenir estos accidentes?
La mejor prevención será evitar el contacto y exposición de nuestras mascotas a estas temidas orugas durante la temporada de febrero-abril, para ello puedes seguir estos consejos:
- Evitando los paseos por pinares y zonas de arboleda en lo posible, ya que Jerez, y Cádiz en general, es una zona muy propensa a que ocurran accidentes de este tipo dado su gran número de pinares.
- Lleva a tu perro atado, evitando que pueda acercarse a las hileras de orugas
- Retira los nidos en nuestro jardín, evitando los días de viento o que caigan al suelo
- Quemar los nidos (ojo, con mucho cuidado de no propagar el fuego), fumigar con insecticidas, trampas para las orugas, etc.
Esperamos que esta información sea de ayuda para evitar la oruga del pino o saber cómo actuar en caso de accidente.
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